LA TALLA 38…

La tradición oral

Dentro del guión de “La talla 38…” se insertan varios cuentecillos de carácter tradicional que las clases populares han venido contando a lo largo de siglos, pues la documentación sobre alguno de ellos se remonta a la edad media. Estas historias tradicionales adquieren nuevo sentido al introducirse en el desarrollo de la trama, en situaciones en las que mujeres y hombres comparten conocimientos y también un objetivo común.

Cellero y sus amigos se pasan el tiempo en la taberna recordando viejas glorias, desbarrando y tomando vinos. Pero desde el 8 de marzo algo cambia en sus vidas: las mujeres, que antes se quedaban en casa, ahora se echan al monte. Guiados por Andrea, la nieta de Manolín, las mujeres y los pensionistas del pueblo van a armar una bien gorda, poniendo en dificultad a las autoridades y hasta al mismísimo poder financiero.

“La talla 38 o fuera los grilletes de les fañagüetes” es un monólogo de actualidad ambientado en los alrededores de la huelga feminista del 8 marzo. Es un intento de reflejar, partiendo de la comedia popular, las preocupaciones y luchas de los movimientos sociales, en concreto de los dos que más han destacado en los últimos tiempos: el feminista y el de los jubilados. Se hacen también varias referencias a lo que representó e movimiento del 15-M, al timo de las preferentes que tanto afectó a las personas mayores, y a las relaciones familiares en general.

EL PERSONAJE

Cellero es el mote familiar de Carlos Alba. El personaje está inspirado en su bisabuelo, de oficio carretero. Carlos Alba utilizó el recuerdo de este antepasado para trabajar sobre la tradición del monólogo asturiano, un género a medio camino entre la narración cómica y el teatro popular. También fue escribiendo textos propios, creando un mundo, el de la aldea y los amigos de Cellero, insertado en la contemporaneidad y desde el que analizar con humor la locura de los tiempos actuales.

 

Género: Monólogo cómico

Duración: 70 minutos

FICHA ARTÍSTICA Y TÉCNICA:

Texto, interpretación y dirección: Carlos Alba «Cellero»

Diseño de luces: Rafa Echevertz